
La WTA anunció hace unos días que sancionaba a Stefano Vukov. La asociación del tenis femenino tomó la decisión de apartarle durante un año, a contar desde el 31 de enero, tras investigar sus abusos y malas maneras con su pupila, Elena Rybakina, quien decidió prescindir de sus servicios el pasado verano justo antes del US Open.
A sus 25 años, la ex campeona de Wimbledon rompió drásticamente en Nueva York con su técnico y mentor, a quien se había criticado por sus maneras, excesivamente toscas en sus gritos y ademanes.
Desde entonces, Vukov no tenía acceso a ninguna credencial porque su comportamiento estaba bajo investigación en el WTA Tour. Por haber roto, presuntamente, el código de conducta.
Pues bien, en las últimas horas han visto la luz detalles de la investigación que ponen los pelos de punta. Según publica ‘The Athletic’, el preparador sometió durante mucho tiempo a Rybakina a un constante abuso mental, con presiones continuas que acabaron haciendo enfermar a la tenista, haciéndole causar baja en varios torneos por motivos poco habituales como resfriados o alergias.
«Estúpida, sin mí estarías en Rusia recogiendo patatas» fue una de las frases que llevó a la WTA a tomar la decisión de sancionar a Vukov.
Además, según el informe, Vukov se presentó en Nueva York antes del US Open pese a haber sido despedido por la jugadora y estuvo todo el torneo acosándola con mensajes de texto que tenían como objetivo chantajearla emocionalmente, lo que probablemente la llevó a retirarse del torneo por sorpresa tras la primera ronda.
Pero las investigaciones van más allá, y hablan incluso de un relación sentimental entre ambos, ya que se alojaron en la misma habitación durante el pasado Open de Australia, torneo para el que Vukov estaba ya suspendido.
Sin duda, un claro ejemplo de relación tóxica que está destruyendo la brillante carrera de una de las mejores tenistas de los últimos años.
📸: Getty