La kazaja firma una remontada espectacular ante la número 2 del mundo y consolida su gran momento de forma.
La kazaja Elena Rybakina volvió a demostrar que atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera al vencer con autoridad a la polaca Iga Swiatek, número 2 del mundo, por 3-6, 6-1 y 6-0, en un partido correspondiente al grupo Serena Williams de las WTA Finals Riad 2025.
El encuentro comenzó con dominio de Swiatek, quien impuso su ritmo desde el fondo y se mostró firme con el servicio, aprovechando la falta de precisión inicial de Rybakina. La polaca se adjudicó el primer set por 6-3 con un tenis sólido y contundente.
Sin embargo, a partir del segundo parcial, el duelo cambió completamente de rumbo. Rybakina encontró su mejor versión, elevando la potencia de sus golpes y mostrando una notable consistencia al servicio. Con un juego agresivo y preciso, la campeona de Wimbledon 2022 se apoderó del control del partido y niveló el marcador con un rotundo 6-1.
El tercer set fue una auténtica exhibición de la kazaja, que no dio margen de reacción a Swiatek. Tres quiebres consecutivos y una actuación arrolladora sellaron el triunfo con un contundente 6-0, dejando a la número 2 del mundo sin respuestas y consolidando a Rybakina como una de las grandes favoritas al título.
“He jugado muy bien en las últimas semanas y estoy a un gran nivel. Espero poder mantener esta intensidad”, declaró Rybakina tras el encuentro, visiblemente satisfecha por su desempeño.
Con esta victoria, la kazaja suma su segunda en la fase de grupos y prácticamente asegura su clasificación a las semifinales por primera vez en su carrera, tras no haber superado la ronda inicial en sus dos participaciones previas. Solo una derrota ante Madison Keys en la última fecha, combinada con una improbable combinación de resultados, podría apartarla de la penúltima instancia.
Por su parte, Swiatek se jugará su continuidad en el torneo ante Amanda Anisimova, en un duelo decisivo para definir los cupos a semifinales del grupo.
Rybakina, sólida y determinada, confirma así que es —hoy por hoy— una de las jugadoras más temidas y consistentes del circuito femenino.
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