Victoria Azarenka venció por 6-2, 6-3 a Marta Kostyuk en la segunda ronda del US Open. Más allá del resultado y el desarrollo, hubo una imagen que captó la atención de todos: la ucraniana, a la hora del saludo final, mantuvo distancia y solo colocó la raqueta, rechazando el tradicional apriete de manos. ¿Por qué fue una actitud llamativa pero esperable?
El pasado 24 de agosto, la USTA organizó en Flushing Meadows una exhibición por la paz a raíz de conflicto entre Rusia y Ucrania en la que participaron Rafael Nadal, Iga Swiatek, Coco Gauff, John McEnroe, entre otras estrellas, y los ucranianos Sergiy Stakhovsky y Olga Savchuk, recientemente retirados. También iba a estar la bielorrusa Azarenka, pero la organización decidió bajarla del evento para no “herir la sensibilidad de los ucranianos”.
En ese contexto, por esas horas se supo que, previamente, tanto Kostyuk como su compatriota Lesia Tsurenko no quisieron formar parte de la movida porque, según su testimonio, no les consultaron si se sentirían cómodas con la presencia de la campeona del Abierto de Australia 2012 y 2013, a pesar de que esta manifestara sus ganas de estar.
No solo se negó a participar de la exhibición, sino que la joven de 20 años, 65 del ranking mundial, profundizó sus críticas hacia Azarenka, integrante del consejo de jugadores de la WTA: “No entendí la razón por la que llamaron a Victoria Azarenka, nunca ofreció ayuda hacia nosotros. No hubo diálogo conmigo personalmente, aunque no se puede decir que yo era invisible”, expresó la ucraniana, que reside en el Principado de Mónaco.
En la misma línea, profundizó sus críticas hacia su colega: “Tal vez no soy tan visible porque no estoy lo suficientemente alto en el ranking como para que me hable, sé que sí lo hizo con Stakhovsky y Gael Monfils (esposo de Elina Svitolina, otra tenista ucraniana e inactiva por embarazo)”.
Pocos días después de las críticas de Kostyuk, la ucraniana y Azarenka se enfrentaron en la segunda ronda del US Open, con victoria para la bielorrusa en sets corridos. Si bien durante el partido no hubo cruces, la joven sólo puso la raqueta a la hora de saludarse, algo que no sorprendió a su rival.
Sin haberse manifestado oficialmente por los dichos de su colega, la ex número uno del mundo realizó un descargo en conferencia de prensa: “Muchas veces ofrecí mi ayuda a la WTA. Nunca he tenido una relación cercana con Marta; obvio que sé quién es, pero nunca entrené ni conversé con ella. Cuando todo comenzó en marzo (el inicio del conflicto Rusia-Ucrania), hablé con los jugadores más cercanos a mí de Ucrania y mi mensaje fue siempre claro: ‘Estoy acá para intentar ayudar’. Y lo hice, aunque quizás no todos lo sepan. Juniors que necesitaban ropa, otros plata, transporte, lo que sea”.
Asimismo, la bielorrusa confesó que Kostyuk le escribió este miércoles y ella respondió, aunque no dio detalles de la conversación. “Estoy abierta en cualquier momento a escuchar. Creo que la empatía en el momento como este es realmente importante”, recalcó. Por último, dejó en claro que está segura de su trabajo en el panel de jugadoras de la WTA aunque la ucraniana no lo sepa porque “no está ahí” y que, no fue un drama no haber participado de la exhibición porque que ella esté o no no es lo importante.
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