Iga Swiatek, quien se describe como una «maniática del control», ha tomado nuevas medidas preventivas tras el escándalo de dopaje que afectó su carrera a finales de 2024. Entre las precauciones que ha adoptado se incluye guardar muestras extra de los medicamentos que toma, en caso de que necesiten ser analizadas en el futuro.
La número 1 del mundo no superó un control antidopaje fuera de competición en agosto de 2024, lo que resultó en una suspensión de un mes, anunciada públicamente en noviembre, después de que no se presentara a tres pruebas sin revelar los motivos. La Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) determinó que la muestra estaba contaminada por un somnífero, y Swiatek aceptó la responsabilidad por el incidente, que solo afectó una semana de su descanso durante la temporada baja.
En una reciente entrevista, Swiatek describió el periodo durante el que estuvo apartada de la competencia como «bastante caótico» y afirmó que fue «probablemente el peor momento de mi vida». La polaca explicó que, desde el principio, fue evidente que el positivo fue resultado de contaminación, ya que los niveles de la sustancia en su orina eran muy bajos. «Era obvio que algo estaba contaminado», comentó.
Además de las dificultades personales y profesionales, Swiatek expresó su preocupación por la posible reacción de sus compañeras jugadoras al inicio de la nueva temporada: «Lo peor para mí fue lo que diría la gente. Siempre me esforcé por ser un buen ejemplo, mostrar mi integridad», señaló. Sin embargo, destacó el apoyo recibido en el vestuario, asegurando que «las chicas son geniales».
Swiatek se prepara ahora para su regreso a la competición, más cautelosa y decidida a evitar futuros inconvenientes.
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