Inesperadamente, llegó el punto final para Rafael Nadal (2° del mundo) en el Abierto de Australia. Mackenzie McDonald (65°) lo eliminó por 6-4, 6-4, 7-5 en la segunda ronda en un partido en el que mostró un gran nivel pero se vio beneficiado por la lesión del campeón defensor en medio del segundo parcial. Una derrota con consecuencias para el español.
El ganador de 22 torneos del Grand Slam estaba siendo sometido por el buen pasar tenístico del estadounidense, sobre todo en el primer set. Sin embargo a mediados del segundo, cuando la cosas estaban mucho más parejas, Nadal sintió un tirón en la zona izquierda de la cadera y debió irse al vestuario inmediatamente.
Desde allí no fue el mismo y, si bien no se retiró, jugó casi sin moverse el tercer set hasta que McDonald pudo quebrar y recién ahí dio el brazo a torcer.
"… I just wanted to finish the match."
Brave to the very end, Rafa never gave in.#AusOpen • #AO2023
— #AusOpen (@AustralianOpen) January 18, 2023
Más tarde, ante los medios de comunicación, Nadal confirmó que la dolencia se centraba en la cadera. Y reveló que ya había habido alguna molestia en una zona que había dado problemas en otras ocasiones.
“Han sido un par de días con dolor, pero nada comparable a lo de hoy tras el movimiento ese. No sé qué está pasando, si es en el músculo, en la articulación. Hay antecedentes. Ahora siento que no puedo moverme pero no sé bien qué es hasta que haga todas las pruebas, hasta dónde llega el tema”, explicó.
No abandonó la pista tras el tratamiento. “Lo intenté pero no fue posible. Siendo el campeón no quería retirarme”, señaló.
Pasó por su cabeza. “Sí, lo consideré pero ni le pregunté al fisioterapeuta. Al final yo me conozco. Y traté de seguir jugando sin agravar la lesión. No podía pegar de revés, no podía correr a por la pelota. Sólo quería acabar el partido. Eso era todo”.
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