Novak Djokovic (1° del ranking ATP) cerró su semana en París a lo grande. En la definición del último Masters 1000 del año derrotó a Grigor Dimitrov (17°) por 6-4 y 6-3 después de una hora y 38 minutos de partido. Una vez terminado el encuentro, la emoción abordó al búlgaro y el serbio protagonizó un momento de máxima deportividad.
Cayó la séptima corona en el Masters 1000 ATP de París, tras las de 2009, de 2013 a 2015, 2019, 2021. Son 97 títulos ATP, 40 en categoría Masters 1000 ATP, sexto de la temporada, empatando con Carlos Alcaraz, a quien prácticamente ha quitado ya el número uno mundial de la temporada. No lo es el serbio matemáticamente todavía por 10 puntos, ya que tiene 1.490 de ventaja y las ATP Finals dan 1.500 a un campeón invicto.
«En unas condiciones desafiantes, significa mucho», resalta Djokovic, que sufrió ante Tallon Griekspoor, Holger Rune y Andrey Rublev.
El búlgaro, 32 años y número 17 mundial, lloró desconsoladamente a la conclusión del encuentro. No se pareció al tenista espectacular de semanas previas, no se movió con igual alegría. Al contrario, la final peso como una losa sobre sus hombros. Y delante tenía a un enemigo que no perdona una.
El virus estomacal que dijo Djokovic que sufría el miércoles del torneo no ha impedido que engorde su serie triunfal. Dieciocho partidos ganados consecutivamente, ha dominado 31 de los 32 últimos. Desde Roland Garros sólo Carlos Alcaraz logró frenarle, en la final de Wimbledon.
Djokovic superó a Dimitrov por decimotercera ocasión en catorce choques. Un dato que indica que el balcánico lo tiene muy claro contra el búlgaro, cuya sequía se extiende, ya que no conquista un título desde que fuera el mejor de las ATP Finals de 2017, cuando se encaramó al tercer puesto mundial.
El serbio tuvo suficiente con un primer saque demoledor y construyendo un muro cuando veía que era el momento para atacar a un adversario que naufragó bajo presión. No es nuevo en la carrera de Dimitrov, aunque parecía más distendido últimamente.
Un break para 4-3 sentenció el set inicial. Otro para 3-2 decidió el segundo. Ni siquiera esperó Djokovic a cerrar con su servicio. Comprobó la debilidad del oponente, fue a por él al resto para sentenciar por la vía rápida.
Más gloria para Djokovic, que recupera el trofeo que le arrebató doce meses atrás Holger Rune, y un talón de 892.590 euros. Del 12 al 19 de noviembre, en unos días, reencuentro en Turín con Alcaraz, Medvedev, Sinner, Rublev, Tsitsipas, Zverev y Rune. Defiende condición de ‘maestro’.
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